Rehabilitación de Cubiertas

Con el paso del tiempo y el cambio climático, muchos edificios empiezan a presentar señales de deterioro en su estructura, tanto a nivel externo como interno. Una de las partes más afectadas son las cubiertas o tejados, debido al grado de exposición que cuentan permanentemente.

Una rehabilitación de cubierta garantiza que la estructura sea funcional y segura, además de que preserve la estética. Son muchos los problemas que pueden llevarte a querer rehabilitar la cubierta de tu vivienda y muchas formas para realizarlo. En todo caso, lo principal será que puedas trabajar teniendo en cuenta tus necesidades y presupuesto, así como contar con el personal cualificado para habilitar el proyecto de la forma más óptima.

En GRUPO PATRIMONIA somos expertos en la rehabilitación de cubiertas desde hace más de 20 años. No dudes en contactarnos.

¿Qué es la rehabilitación de cubiertas?

La reparación de cubiertas es una de las modificaciones más frecuentes que se le hace a una estructura. Esta puede partir desde dos puntos: deterioro por el paso del tiempo y exposición o por un trabajo realizado de forma incorrecta. Ambos casos pueden empezar a presentar una serie de problemas para el inmueble que van desde la humedad hasta la filtración.

La instalación de cubiertas se realiza teniendo en cuenta los factores climáticos del área. No es lo mismo un clima lluvioso que un clima soleado, por ejemplo. Por ello, es algo que un determinado momento deberá realizarse, incluso si estas han contado con mantenimiento. Factores como el granizo, la lluvia, el sol y el calor con el paso de los años terminan causando daños irreparables.

Tipos de cubiertas

La rehabilitación de cubiertas es un punto fundamental en cualquier estructura, que además de mantenerla segura y habitable, permite crear aislamiento térmico o acústico, impermeabilización y diseño estético.

Los tipos de cubiertas, a su vez se clasifican según su material de elaboración en: livianas y pesadas. En el mercado existen diversos tipos de cubiertas que pueden adaptarse a las necesidades del inmueble y sus usuarios. Las más utilizadas son:

• Cubiertas inclinadas: estas suelen contar con una inclinación no mayor al 10 %. Conocidas como una de las cubiertas más antiguas, suelen utilizarse en lugares donde factores climáticos como la lluvia, granizo o nieve son abundantes y frecuentes.
• Cubiertas planas: este tipo de cubiertas no cuenta con ningún pendiente en su forma, por lo que si no es elaborada de forma adecuada puede retener el agua en la superficie, ocasionando daños estructurales a futuro. Generalmente es realizada de material resistente como el hormigón, combinadas con materiales aislantes e impermeabilización para su durabilidad. Esta puede ser transitable, no transitable y ajardinada.
• Cubiertas de metal: son económicas, resistentes y versátiles para su instalación, ya que se puede modificar su estructura para adaptarla a la edificación.
• Cubiertas de madera: este tipo de techos aportan estética bastante moderna a la estructura. Son ligeras, de fácil instalación, además de ofrecer un buen aislamiento térmico y acústico. Son accesibles por su precio y es recomendable como una opción reciclable.
• Cubiertas de aislamiento térmico: los aislantes térmicos están entre los materiales más usados para complementar la instalación de una cubierta. Resistentes al agua, impiden el paso de la humedad, reducen el gasto energético, realizando aislamiento acústico.

Problemas frecuentes en las cubiertas

Los problemas en las cubiertas pueden variar según su tipo. Los más comunes son:

• Rotura de las láminas de protección.
• Deterioro del material.
• Filtración.
• Chimeneas fracturadas.
• Mala ventilación entre la cubierta de los techos.
• Obstrucción de los canales.

Beneficios de la rehabilitación de cubiertas

• Mejora estética de la estructura.
• Sostenibilidad y eficiencia energética en el caso de cubiertas de maderas o reforzadas con materiales aislantes.
• Confort interior debido al factor aislante.
• Evacuación adecuada del agua.
• Ahorro en remodelaciones más complejas en el futuro.
• Protección contra peligros ambientales como granizo o nieve.
• Mejor cobertura durante el mantenimiento.